lunes, 5 de marzo de 2012

Con todo mi corazound (8)


Ayer me levanté como todos los días, estaba el mono (Pamela) al lado, lo que me hizo recordar de inmediato que la noche anterior habíamos estado bebiendo y conversando de lo lindo hasta las 5:00 a.m. El calor ( de puta madre) me puso en pie a eso de las 12:00, me encargué de despertar a la amiga para recordarle que su vieja estaba sola en su casa, en maipú y que le había prometido volver a almorzar con ella, y no dejarla tan sola por andar carreteando. Con mi mejor cara, bajé (lentes de sol y el más taquilla de mis 53 pijamas) y me puse a pensar en todos los anteriores fines de semana que no había pasado con mi familia, por diferentes (x) motivos.
He pasado mis últimos 3 veranos en el apestoso Santiago, siempre por motivos de pega, y no me arrepiento porque cresta que me ha servido, a la larga, gracias a eso estudio, carreteo, y no le rindo cuentas a nadie. Últimamente, volví por unos días a mi amado Valparaíso, cosa que me hizo volver más 'curtida' que antes. Ciertamente, lo necesitaba, era algo que tenía que hacer para sentir que también estaba haciendo algo por mí, por mis pulmones, por mi croquera...
Camino a un bar pensé que una de las grandes motivaciones en mi vida es aprender, y en eso estoy. "Qué bagán" pensé, cuando a esa hora sonaba 'alegrías del incendio' de los Planetas como el peor de los hachazos en mi cabeza. Me apresuré a cambiarla ya que detrás mío venía él y no estaba ni ahí con quedar en evidencia, ni empezar a tartamudear como idiota. No me gusta admitirlo, ni escribirlo siquiera pero soy buena para quedar al descubierto, indefensa ante pequeñas cosas, señales, canciones. Me acordé que de un tiempo a ésta parte he lloriqueado con varias películas, empezando por 'La vida de los peces', que vine a cachar recién el año pasado, y es que no soy buena para el cine, a no ser que sea algo realmente de mi gusto; cineartelogo-ovnis-documentales-recitales, y una amiga muy cercana ya me había advertido que no la viera. Fue extraño porque me intrigué de inmediato. Osea, me conoce, y por algo me lo estaba diciendo expresamente "mejor no, amiga". Caramba, un día con mi ex la encontramos y me propuso verla... ¡Quiero!
¿3 días?, o algo más me mantuve durmiendo poco- o muy mal, comprendí (aunque me costó) por qué insistió tanto en que no la viera, lo más gracioso fue que ni siquiera quise hablar de eso, ni escribir. 'me fui pa' dentro', literalmente, estuve inquieta por semanas hasta que empecé a tener esa sensación de "desprendimiento", el anhelado desprendimiento, por fin...
Todo esto en un sucucho bastante agradable del cerro barón, frente a frente con la muerte y la vida.
La llamada de mi mamá que a esa hora estaba guatita al sol en México (la muy patua), me calmó de sobremanera, ¿Qué pasa, chinita?, me congelé por milisegundos hasta el; 'Estoy en Valpo, mamá, y está él", necesito conversar contigo, te fuiste en el peor momento pero (creo) que ya te perdoné.
Para qué me voy a poner a filosofar, me respondió... tenía que pasar, todo son señales. ¿Te acuerdas?. Regreso en días, y tú deja de escurrirte.
Si hubiese podido, me quedaba el mes completo allá, en el hostal, en la calle o hasta en la playa. ¿Es grave?. Mucha emotividad, digamos que ha sido algo así como la crisis del verano, después de estos días hipersensibles he sacado buenas conclusiones respecto a los problemas que me aquejaban.

Y como que ya la próxima semana entro a clases.
Y como que mi pieza está 3 veces más beatlesca que el mes pasado.
Y como que el Jueves llega mi Violeta.
Y como que le daría un besito a Pedro Piedra.
Y como que también debo poner atajo al consumo indiscriminado de maní salado con miel.
Y como que tolero mucho más mi pega.
Y como que no iré a ver a la islandesa.
Y como que "A placed called home" de Polly Jean Harvey ha sonado en mi reproductor 15 veces hoy, por lo bajo.
Y mañana es su cumpleaños...

Y me sigue doliendo el mate-

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