a un sobresalto, donde mi vida se escapaba, desde la plácida seguridad
a cierto desamparo, y al total desvarío.
Volví a verte, para salir de mi turbación
pero fue para caer enajenada, y ya sin fuerza
encallada, en un océano furioso
privada totalmente del dominio de mí misma.
¿Estoy actuando tras bambalinas o destacándome en escena?
No hay comentarios:
Publicar un comentario