Hace algún tiempo creí en el viejo Pascuero.
Le escribía cartas pidiéndole paz, amor, bicicleta.
Contaba desde Marzo los días
que faltaban para navidad
hasta que ocurrió lo que no debió ocurrir jamás...
me salieron caderas
y el viejo se olvidó de mí
Aclaré, no lo dudo
el gran absurdo
Yo sabía que el hueón no se iba a andar
cagando de calor con esas pieles en pleno verano
lo otro, yo no tenía chimenea
y los zapatos del colegio no los lustré nunca
Hoy nos sentamos, nos miramos las caras
con expresiones idiotas
y nos decimos cosas lindas y muy poco creíbles.
Los días, antiguamente importantes
se vuelven cada vez más decepcionantes
Nos regalamos desodorantes, pañuelos y sartenes o planchas
una que otra máquina de afeitar y ropa interior
¿Y? Hoy 14 de Diciembre
Hoy me acerco un año más a la muerte ¿Y?
Un año más perdido
sin poder firmar el cielo
ni cambiar conciencias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario