Y aunque lo niegues
ladrona soy de tu noche y tu mañana
culpable soy de tus sonrisas sin motivo
compra ya tu almohada, para que te aconseje
sé cómplice de la mía
Y aunque lo niegues
el aleteo de tus mariposas tienen eco
deja apoyar mi oído en tu estómago
y hazme dormir
Engánchame con tus piernas de la camisa
atrápame con tu boca en mi boca
Vuelve a la niñez que nunca abandonaste
más fresco, más limpio
Dibújame tus interrogaciones a tientas
y acompáñame a sentir donde pocos sienten.
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