Te he clavado interjecciones sobre el espacio turbio
mientras la soga en tu cuello se columpia impaciente
como bocanadas de aire fresco.
Son avaros tus paisajes dentro de tamaño vacío
porque mientras jugaste tu ficha, jamás llegó el tintinear de la fortuna.
Revuelve, manteniendo ese brebaje que falso endulza
aquel que te facilita el verbo fácil
como destierro y muerte para todo lo que creas.
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